La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), mediante la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF), ha establecido la verificación de emisiones contaminantes por opacidad de humo y concentración de gases, que deberá realizarse semestralmente a partir de 2025. Esta medida busca reducir el impacto ambiental del sector, promover un transporte más limpio y fortalecer los mecanismos de supervisión en carreteras federales. Esta disposición afecta a más de 760 mil vehículos registrados ante la SICT, incluyendo tanto unidades de carga general como especializada y vehículos de transporte privado.
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¿En qué consiste la verificación de emisiones contaminantes y a quiénes aplica?
La verificación obligatoria de emisiones contaminantes tiene como propósito controlar el nivel de contaminación generado por el parque vehicular del transporte federal y privado. Esta verificación semestral evaluará dos aspectos fundamentales:
- Opacidad del humo, el cual mide la cantidad de partículas suspendidas en los gases de escape, sobre todo en motores diésel.
- Concentración de gases contaminantes, como monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) e hidrocarburos no quemados (HC), entre otros.
El calendario de aplicación será el siguiente:
- Primera verificación: del 1 de enero al 30 de junio de 2025
- Segunda verificación: del 1 de julio al 31 de diciembre de 2025
Esta verificación de emisiones contaminantes aplica a todas las unidades que transiten por carreteras federales y que utilicen alguno de los siguientes combustibles:
- Diésel o mezclas que lo incluyan
- Gasolina
- Gas licuado de petróleo (GLP)
- Gas natural
- Otros combustibles alternos
El aviso fue publicado oficialmente a través de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) y va dirigido tanto a personas físicas como a empresas que sean propietarias o posean legalmente unidades vehiculares que presten servicios de autotransporte federal o de transporte privado.
Cabe mencionar que el incumplimiento de esta normativa podría derivar en sanciones, suspensión de permisos o restricciones para circular por carreteras federales, por lo que resulta fundamental estar al día con esta nueva obligación.
¿Cómo impacta esta medida al sector del transporte?
La implementación de la verificación de emisiones contaminantes semestral tiene un impacto operativo, económico y administrativo para las empresas del sector transporte. Estos son algunos de los efectos más importantes:
- Revisión y mantenimiento preventivo. Las empresas deberán realizar un mantenimiento más riguroso y frecuente a sus unidades para asegurar que cumplan con los límites permitidos de emisión de contaminantes. Lo anterior implica inversión en talleres, sustitución de filtros, revisión de sistemas de escape y afinación de motores.
- Mayor trazabilidad y supervisión. La verificación obligatoria se suma a otras disposiciones recientes como el balizamiento de unidades de transporte que circulan por carreteras federales. Esta medida, también anunciada por la SICT, busca facilitar la localización e identificación rápida de los vehículos desde tierra o aire, especialmente en caso de incidentes o delitos. En conjunto, estas acciones fortalecen el control y vigilancia del parque vehicular nacional.
- Transición hacia una flota más limpia. Las unidades más antiguas, especialmente las que funcionan con motores diésel convencionales, podrían tener dificultades para pasar la verificación de emisiones contaminantes. Esto obligará a muchas empresas a replantear sus planes de renovación de flota, lo que podría acelerar la adopción de vehículos con tecnologías más limpias o híbridas.
- Carga administrativa adicional. Las empresas de transporte deberán generar y conservar comprobantes de verificación, llevar un control interno más estricto y posiblemente capacitar a su personal operativo y administrativo para el cumplimiento normativo. En el caso de grandes flotas, esta carga administrativa puede ser considerable.
Recomendaciones para transportistas: ¿cómo prepararse?
La clave para afrontar la verificación de emisiones contaminantes sin afectar la operación del negocio está en la planificación anticipada. Aquí algunas recomendaciones puntuales para las empresas del sector:
- Identifica tus unidades obligadas. Haz un inventario de las unidades que utilizan combustibles fósiles y que circulan por carreteras federales.
- Agenda tus verificaciones con anticipación. Evita dejar la revisión para los últimos meses del semestre. La alta demanda podría saturar los centros de verificación autorizados.
- Fortalece el mantenimiento preventivo. Anticiparse a posibles fallas en los sistemas de emisión puede evitar gastos mayores o sanciones.
- Capacita a tu personal. Tanto el equipo de mantenimiento como el administrativo deben conocer los nuevos requisitos y los plazos.
- Evalúa oportunidades para modernizar la flota. Considera los beneficios fiscales, de eficiencia operativa y cumplimiento ambiental que ofrece la transición hacia vehículos menos contaminantes.
- Mantén una comunicación activa con la DGAF y autoridades locales. Estar al tanto de posibles modificaciones, prórrogas o cambios en los criterios técnicos es fundamental para una buena gestión.
En conclusión, el año 2025 marcará un punto de inflexión para el transporte de carga en México en términos de responsabilidad ambiental y cumplimiento normativo. La verificación de emisiones contaminantes semestral representa una medida necesaria para mitigar el impacto del transporte en el medio ambiente, pero también supone un reto para las empresas y permisionarios.
Más allá del cumplimiento, esta normativa puede convertirse en una oportunidad para mejorar procesos internos, elevar la calidad del servicio, reducir costos operativos a largo plazo y fortalecer la reputación de las empresas ante clientes cada vez más conscientes del impacto ambiental.
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Fuente: The Logistics World
