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Transporte de mercancías peligrosas: ¿cómo hacerlo de forma segura?

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El transporte de mercancías peligrosas por carretera es una actividad crítica que debe ser ejecutada con absoluto control, conocimiento técnico y apego a la normativa. Ya que se trata del traslado de productos que pueden ser tóxicos, inflamables, corrosivos, radiactivos o explosivos, cualquier error deriva en incidentes graves para la salud humana, el entorno y la infraestructura vial.

Hoy en día es posible reforzar la seguridad y trazabilidad de este tipo de operaciones gracias al monitoreo activo de SafeLink Tracking, el cual permite seguir en tiempo real la ubicación del vehículo. Con este sistema es posible recibir alertas instantáneas ante desvíos de ruta u otros incidentes, por lo que las empresas lograrán cumplir con los más altos estándares de cumplimiento, prevención de siniestros y protección del operador. 

 

robo de carga

 

¿Qué se considera una mercancía peligrosa y cómo se clasifica?

Las mercancías peligrosas son aquellas sustancias, materiales u objetos que, por sus características físico-químicas, representan un riesgo para la salud humana, la seguridad pública o el medio ambiente durante su manipulación o transporte. Estas pueden ser sólidas, líquidas o gaseosas, y se clasifican en diversas categorías internacionales.

Según el Acuerdo ADR (Acuerdo Europeo sobre el Transporte de Mercancías Peligrosas por Carretera), adoptado en muchos países y seguido como referencia global, estas mercancías se agrupan en 9 clases principales, que a su vez pueden tener subdivisiones:

  • Clase 1: Explosivos. Incluye materiales capaces de provocar explosiones, como fuegos artificiales, municiones o detonantes. Su manipulación requiere vehículos tipo EX/II o EX/III, diseñados para proteger los bultos de fuentes de ignición o impactos.
  • Clase 2: Gases. Comprende gases inflamables (como propano o butano), no inflamables (como nitrógeno) y tóxicos (como el cloro). Su transporte por carretera se realiza en vehículos tipo FL o contenedores cisterna altamente especializados.
  • Clase 3: Líquidos inflamables. Son sustancias que emiten vapores combustibles, como gasolina, alcohol, disolventes o pinturas. El transporte requiere cisternas homologadas, controles de temperatura y protección frente a fuentes de calor.
  • Clase 4: Sólidos inflamables, autorreactivos y sustancias que desprenden gases inflamables al contacto con el agua. Entre estos se encuentran el fósforo, el azufre o el sodio metálico, que reaccionan fácilmente con el aire o el agua. Su embalaje y aislamiento es crucial.
  • Clase 5: Sustancias comburentes y peróxidos orgánicos. Aunque no son inflamables por sí mismas, estas sustancias como el nitrato de amonio favorecen la combustión y pueden agravar un incendio.
  • Clase 6: Sustancias tóxicas e infecciosas. Como pesticidas, cianuro, desechos clínicos o muestras biológicas que contienen virus o bacterias. Se trasladan en embalajes de seguridad triple y requieren señalización clara.
  • Clase 7: Materiales radiactivos. Usados en medicina e industria, estos materiales deben transportarse con blindaje y embalaje resistente, además de cumplir con protocolos de seguimiento riguroso.
  • Clase 8: Sustancias corrosivas. Incluyen productos como el ácido clorhídrico o el hidróxido de sodio. Su derrame puede dañar severamente a personas, vehículos y otras mercancías.
  • Clase 9: Misceláneos. Son materiales que no encajan en otras clases pero que representan un riesgo, como baterías de litio, asbesto o productos que generan calor durante el transporte.

 

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¿Cómo se realiza el transporte de mercancías peligrosas?

El traslado por carretera es una de las formas más utilizadas para movilizar materiales peligrosos, tanto en trayectos nacionales como internacionales. Esto es debido a su flexibilidad, menor tiempo de tránsito y capacidad para llegar a destinos donde otros medios (como el tren o el barco) no acceden. Sin embargo, el transporte de mercancías peligrosas requiere una ejecución precisa, dadas las posibles consecuencias ante un accidente o fuga. Por esta razón, te recomendamos poner especial atención a los siguientes puntos:

  • Elección del vehículo adecuado

Los camiones que transportan este tipo de mercancías deben contar con especificaciones técnicas determinadas por el ADR. Según el tipo de carga, se deben emplear unidades como:

  1. EX/II y EX/III: Para explosivos.
  2. FL: Para gases o líquidos inflamables.
  3. OX: Para peróxidos orgánicos.
  4. AT: Vehículos adaptados a sustancias peligrosas, con aislamiento o protección especial.

 

Además, deben contar con sistemas de seguridad adicionales como cortafuegos, aislamiento térmico, válvulas de cierre automático, sistemas de frenado de emergencia y estructuras resistentes al impacto.

 

  • Embalaje y etiquetado

Las cargas deben estar empaquetadas en bultos seguros, contenedores o cisternas homologadas que minimicen el riesgo de derrame, fuga o explosión. Cada unidad debe llevar:

  1. La etiqueta de riesgo correspondiente (llama, calavera, explosivo, etc.).
  2. El número ONU de la sustancia.
  3. El código de peligro, que indica la naturaleza del riesgo (por ejemplo, 33 para líquidos muy inflamables).
  4. El símbolo de material peligroso que permita su identificación visual inmediata.

 

Los vehículos utilizados para el transporte de mercancías peligrosas también deben portar dos placas naranjas reflectantes (una en la parte delantera y otra en la trasera), indicando el código de peligro.

 

  • Documentación obligatoria

El conductor debe portar varios documentos esenciales, como lo son los siguientes:

  1. Certificado ADR del vehículo y del conductor.
  2. Carta de porte CMR, donde se detalla la mercancía.
  3. Ficha técnica del material, con sus riesgos y recomendaciones de actuación.
  4. Autorizaciones y permisos locales, si así lo requiere la legislación del país o estado.

 

seguro de carga

 

Normativa y mejores prácticas para garantizar la seguridad en carretera

En la actualidad, existen una serie de normativas internacionales que debes tener en cuenta para un traslado más seguro:

  • ADR. Principal referencia para el transporte terrestre en Europa y muchos países latinoamericanos.
  • RID. Para el transporte por ferrocarril (en caso de conexión multimodal).
  • Otras normativas nacionales, como el Real Decreto 97/2014 en España, o la NOM-002-SCT/2023 en México.

 

Aunque el cumplimiento normativo es indispensable para garantizar mayor eficiencia en el transporte de mercancías peligrosas, lo cierto es que no es suficiente por sí solo. Se recomienda también aplicar las siguientes prácticas:

  • Realizar rutas planificadas, evitando zonas urbanas densas o de riesgo.
  • Implementar protocolos de actuación en emergencias, con vías de escape, puntos de auxilio y contacto con autoridades.
  • Realizar inspecciones previas al viaje, asegurando el estado técnico del vehículo, las condiciones de carga y el cumplimiento de etiquetado.
  • Coordinar con estaciones de servicio, autoridades viales y clientes en caso de viajes largos o internacionales.

 

En conclusión, el transporte de mercancías peligrosas es una operación que demanda precisión, profesionalismo y compromiso con la seguridad. Conocer la clasificación de los materiales, utilizar vehículos adecuados y cumplir con las normativas internacionales son acciones indispensables para prevenir accidentes y proteger la vida, el entorno y los activos de la empresa.

 

En SafeLink Tracking te ofrecemos el servicio de monitoreo activo para que conozcas en tiempo real la ubicación de tu carga y así prevenir cualquier tipo de riesgo como robos.

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Fuente: Moldtrans

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